martes, 24 de marzo de 2009

Trabajo completo

DIETA MEDITERRÁNEA

Desde hace varios siglos se ha seguido una forma de alimentación por todos los países que rodean el Mediterráneo, denominada la dieta mediterránea. A continuación conoceremos las características de esta dieta y todo lo bueno que nos puede aportar a nuestra salud. Además, veremos una de la enfermedades que se pueden contraer si no se sigue una buena alimentación, que alimentos no hay que comer para evitarla y los establecimientos típicos de estas comidas perjudiciales.

El doctor Ancel B. Keys fue el primero en definirla como tal. Surgió en Estados Unidos, por los años 50, cuando este doctor comparó diferentes estudios sobre los hábitos alimenticios en diferentes zonas del mundo. Como resultado llegó a la conclusión de que los hábitos culinarios que se desarrollaban en los países mediterráneos eran ideales para la salud. A pesar de esto, en textos anteriores ya se había hablado de unas costumbres, culinarias y de vida, que eran iguales para todos los países de la costa mediterránea.

Cada país aporta a esta dieta sus peculiaridades propias, ya que no es una dieta única; pero sí que tiene una serie de características comunes en todas:
- El aceite de oliva como principal fuente de grasa.
- Las pequeñas cantidades de alimentos en relación a la alta actividad física, ya que la mayoría de la población trabajaba en la agricultura. Actualmente, desarrollamos una actividad física menor y por tanto, la cantidad de comida es menor.
- Alto consumo de alimentos ricos en fibra como frutas, verduras, legumbres y hortalizas. La presencia de ensaladas en todas las comidas y terminar con fruta como postre muchas veces. Hay que tomar por lo menos dos veces a la semana legumbres y tres o cuatro piezas de fruta al día.
- Preparaciones culinarias cuidadas y sencillas: hervidos, asados…
- Texturas firmes, como fritos, pan, frutas, verduras, frutos secos y hortalizas crudas. El alto consumo de pan fresco, arroz y pasta; aumentándose el de la pasta.
- Se debe tomar tres o cuatro veces por semana pasta y arroces.
- Escaso consumo de alimentos con proteínas, sobre todo carnes rojas, y más consumido de pescado y aves de corral.
- El uso de productos como el ajo o la cebolla para las comidas y algunas especies y hierbas aromáticas.
- Gusto por los ácidos, las ensaladas se aliñan con un poco de vinagre y el uso de limones y cítricos es muy importante. La naranja es una de las frutas que más prefiere la gente.
- Vino en las comidas importantes del día en una cantidad moderada. (unos 150 cc por comida)
- Consumo de gran cantidad de productos frescos.

Pero cuando no seguimos una dieta equilibrada como es la mediterránea, y se abusa del consumo de comida basura, puede desencadenarse una enfermad que con el tiempo se hará crónica, la obesidad, que puede originar graves complicaciones. Está caracterizada por el exceso de grasa en el organismo y según la OMS (Organización Mundial para la Salud) se da cuando el índice de masa corporal es superior a 30kg/m2. Para conocer este IMC hay que hacer un cálculo entre la estatura y el peso de la persona elevado al cuadrado.

En la antigüedad, una persona con sobrepeso era considerada como alguien que gozaba de buena salud, pero actualmente todos sabemos que el sobrepeso provoca muchas consecuencias negativas en la salud. Aceptamos la obesidad como el factor causal de enfermedades como los padecimientos cardiovasculares, dermatológicos, gastrointestinales, diabéticos, etc.

En general se sabe que una considerable parte de los jóvenes que viven alrededor del Mediterráneo tienen sobrepeso, en España, Francia, Italia… a causa del abandono progresivo de nuestra dieta mediterránea. Para ser más exactos, un estudio de la OMS en el 2007, descubrió que un 32’5% de los niños españoles que van a escuela tenían sobrepeso. Así lo ve reflejado Maruja Torres: “Si Fidias y sus colegas tuvieran que esculpir hoy sus estatuas basándose en la realidad de los adolescentes griegos, no existiría en las canteras de mármol del orbe entero material suficiente para surtirles.” (1)

Unas de las causas de la obesidad es por el consumo excesivo de comida basura, que es la poco adecuada por su valor nutritivo, ya que sus nutrientes están desequilibrados. Esta comida contiene altos niveles de grasa, sal, condimentos o azúcares, que conllevan al estímulo del apetito y la sed, y muchos aditivos alimentarios, como potenciadores del sabor y colorantes alimentarios.

En general, todos los alimentos consumidos en abuso son perjudiciales para la salud, pero la comida basura lo hace en mayor medida. Además, es más perjudicial dado que es de fácil consumo y por el prestigio social de su consumo. Incluso hay ciertas personas que son más sensibles a sus efectos y padecen determinadas enfermedades. Estas enfermedades son por ejemplo la obesidad, explicada anteriormente, las enfermedades del corazón, la diabetes del tipo II y la caries.

Esta comida también es muy popular por su fácil elaboración y conservación, su precio barato, su amplia distribución comercial, que la hace muy fácilmente accesible, y la presión de la publicidad. También porque no requiere ninguna preparación por parte del consumidor o ésta es muy poca. Además es cómoda de ingerir y tiene sabores muy diversos.

Las comidas rápidas son muy comunes actualmente y cada vez lo son en mayor medida, éstas se preparan y se sirven para consumir rápidamente en establecimientos especializados o a pie de calle. Se pueden clasificar también como comida basura, en primer lugar, porque se caracteriza por consumirse sin el empleo de cubiertos, como en el caso de la pizza, las hamburguesas, las patatas fritas u otros similares de tipo “comida basura”. A esto se le añade que en la mayoría de sus establecimientos no hay camareros ni servicio de mesa. Por lo tanto las personas hacen una fila para pedir y pagar su comida, que es entregada al instante, y después se sientan para comérsela. En segundo lugar, a causa de que la comida esté basada en la velocidad, uniformidad y bajo coste, y se hace con ingredientes creados para conseguir buen sabor o gran consistencia y para mantener la frescura. Por tanto, se requiere una alta ingeniería del alimento para que se puedan utilizar añadidos y técnicas de proceso que alteran el alimento de su forma original y que reducen su valor alimenticio. Además, algunas veces se critica a su preparación ya que daña la salud de las personas debido a que contiene una elevada cantidad de calorías.

La multinacional McDonal’s es un ejemplo de los locales más extendidos a nivel mundial. Sus hamburguesas son un ejemplo de comida rápida.
Por lo tanto, hay que saber cómo seguir una buena dieta y conocer todas sus peculiaridades. Con suerte donde vivimos tenemos buenos hábitos de alimentación, pero poco a poco se está perdiendo esta costumbre. Así que debemos concienciarnos de que alimentarse bien significa tener buena salud, y que hay que intentar evitar los establecimientos de comida rápida y sobretodo la consumición de comida basura.
(1) Maruja Torres, ELPAÍS (Internet), 25 de septiembre de 2008, artículo Culazos.

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